domingo, 11 de marzo de 2012

Reflexiones

Marzo 11
Romanos 11:1-3
1- 2 Entonces me pregunto: ¿Será que Dios ha rechazado al pueblo que él mismo eligió? ¡Claro que no! Dios no ha rechazado a los judíos, a quienes eligió desde el principio de la creación. Yo mismo soy israelita; soy descendiente de Abraham y pertenezco a la tribu de Benjamín.
Como ustedes bien saben, hay en la Biblia un relato, en donde Elías se queja con Dios acerca del pueblo de Israel. 3 Allí Elías le dice a Dios: «Señor, han matado a tus profetas y han destruido tus altares. Yo soy el único profeta que queda con vida, y también a mí me quieren matar. »


Otra vez el apóstol Pablo es tan claro que duele que haya personas que no entienden la Biblia.

Explica que aun cuando Israel no aceptó o recibió todo lo que Dios le había dado, simplemente Dios los ha llamado y El no quita lo que ya ha dado. Los llamó y a pesar de que no han confiado en El, El los aceptará cuando confíen.
Ahora, dice Pablo, solo imagínense cho es grande el llamado para ese pueblo, que es como la representación de esa ciudad que buscaba Abraham, ciudadanos que interactúan con Dios, así lo hubiera querido El, pero ellos tenían miedo, no tenían confianza
y esa desconfianza trajo el rechazo de ellos y la aceptación de aquellos que sí confiamos.
Nuestra entrada es grande porque la raíz es Israel, ahí inició el llamado a los que confían, nosotros confiamos y entramos

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