lunes, 26 de diciembre de 2011

Reflexiones

Diciembre 26
Isaías 25:4
»Has sido un refugio para el débil y has protegido al pobre en su aflicción. Tú eres un refugio en la tormenta, una sombra que protege del calor.

Este capítulo es el agradecimiento de lo que Dios ha hecho con todas las naciones alrededor de Jerusalén; ya no se podrán levantar en contra de ellos.
Si entendemos que Jerusalén en figura es el alma, entonces, llegará un día en que Dios nos ayude a entender que Su Hijo venció todas aquellas cosas que se levantan en contra del alma, todos nuestros enemigos, en la cruz, Jesús no solo nos salvó del peligro de caer en manos de Satanás, sino que nos sacó de la maldición, de todo aquello que había recaído sobre la tierra por causa de la caída.
Como no agradecerle a Dios lo que hizo por nosotros, como no agradecerle haber enviado a Su Hijo a entregarse para finalmente vencer a todas esas cosas que nos vencen todos los días, esa victoria requiere entendimiento no sólo fe, revelación y no sólo esperanza, voluntad y decisión y no sólo ganas.
Por eso, hay que dar un cántico de acción de gracias, por eso hay elevar la voz y decir Cuán grande es nuestro Dios.

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