Enero 6
Isaías 36:7
Y si me dices que confías en tu Dios, entonces por qué has quitado todos los altares y ordenaste que tu pueblo lo adore solamente en Jerusalén.
¡Que pasaje! El rey de Asiria, se ha levantado en contra de Israel y manda un mensajero a retar al pueblo, el rey de Israel, envía tres hombres a escuchar lo que el mensajero asirio tiene que decir y éste, empieza a hablar en hebreo.
El mensajero de Asiria es símbolo de aquellos que nos atemorizan o nos ofrecen opciones para dejar a Dios diciéndonos que nos va a ir bien si estamos debajo de ellos.
No iba el mensaje dirigido al rey, iba dirigido al pueblo, a atemorizar el corazón, para hacernos creer que no hay nadie que nos proteja y nos pueda sacar adelante.
Pero recuerden hoy que tenemos Dios y que nunca nos ha dejado y que no podemos endurecer el corazón, olvidando lo que El ha hecho con nosotros antes. El alma tiene a olvidar, pero el espíritu dentro del hombre siempre recuerda que tiene Dios.
No decaigas, sigue adelante porque no importa el mensaje del adversario, Dios no es hombre para que mienta.
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