Reflexiones

Enero 22
Isaías 52:1-2
Dios dijo: ¡Despierta, Jerusalén, despierta! ¡Levántate y sé fuerte!
Jerusalén, ciudad santa, vístete de gala, que los enemigos extranjeros ya no volverán a atacarte.
¡Jerusalén, levántate! ¡Sacúdete el polvo! ¡Quítate del cuello las cadenas, y siéntate en el trono!

Cuando despierta Dios, tiene y debe de despertar el pueblo, si está dormido nunca se dará cuenta de lo que el Padre ha hecho porque no percibirá las grandezas de Su Dios.

Cuando despierta el pueblo la esclavitud se acaba, y se acaba porque te concientizas, te haces perceptivo a que El está llegando a tu corazón y haciendo cambios.
El pasaje habla de Jesús que vendrá y establecerá cosas en lo espiritual que algunos no entenderán si no despiertan.
Los guardias vieron al Siervo Fiel llegando a Jerusalén, Su Presencia regresando y tomando el trono una vez más.